En este curso no sólo vas a practicar, sino que vas a aprender no sólo yoga.
Es un formato integral “algo más de dos clases a la semana” estructurado y pensado para todas las necesidades.
Te quiero ayudar a encontrar la mejor manera y momento para practicar en casa.
Las clases son diversas y su duración está entre los 15-30-75 minutos.
Además, en cada etapa habrá extras que irán sumándose para que tengas más recursos.
No me gusta trabajar con un método cerrado.
Me ilusiona tener abierta mi mente y corazón para recibir y sentir las necesidades.
Durante el curso estoy en constante acompañamiento y seguimiento para que realmente podamos lograr el objetivo que nos planteamos al trabajar con y para nosotros mismos, respondiendo dudas, intercambiando sugerencias, etc.
Nuestra mente está siempre enfocada en hacer muchas cosas y tiene un patrón de creencia que lo que lo que cuesta sacrificio o es complicado, es más eficaz.
Pero no pienses que hay que retorcerse la pierna detrás de la oreja o hacer ejercicios complicados para estar mejor y ser un buen yogui.
No por más difícil es mejor ni más eficaz.
Nuestras mentes no están acostumbradas a lo favorable de la sencillez, de lo suave.
Huyo de la imagen del postureo que tiene hoy día el yoga, mostrándose como una forma corporal sin más, impracticable para un gran número de personas.
Me acerco a una manera sencilla y eficaz de practica yoga para el día a día.
Pues quizás de lo que se trate, es de sacar a la mente de esta vorágine donde se halla inmersa desde hace años, y hacerle ver que hay otra manera de sentirse en equilibrio y en paz, con el cuerpo y el corazón, sintiéndose en sus sensaciones más suaves.
Pero esto es difícil “hacérselo ver” contándole más cosas nuevas, adquiriendo más conocimiento, leyendo más libros y viendo más información.
La mejor manera para que la mente entre en otra dinámica, es que realmente lo pueda sentir, pueda tener una experiencia, en este caso, a través del yoga.
El curso lo planteo en cuatro etapas:
Podrás recurrir a las prácticas y recursos que cada etapa contiene de manera libre, estando bien organizado como una especie de “yogateca”.
Comenzando con un objetivo: darle el gusto a la mente de aquietarse dándose su propio tiempo, sintiendo para llegar a soltar lo que nos impide vivir en paz. Que esto sea una ayuda en las diferentes etapas de la vida, para conseguir ser feliz. Entendiendo por ser feliz poder sentir y no rehuir; poder vivir desde el abrir; menos hacer y más estar para integrar.
Por lo que cada etapa está unida a la otra y siempre va girando sobre sí misma.
Mantenía una buena noche (que no una noche buena) una conversación con un buen amigo, alumno y hermano, sobre el compromiso. Comentábamos que me suelo comprometer e implicar mucho con lo que hago y esto suele llevarme bastante tiempo y esfuerzo. Te pido que el compromiso sea mutuo, sin apreturas, pero sí para que este compromiso sea efectivo para ti y para mí. Gracias por todo
Aquí tienes algunos recursos importantes para antes de comenzar esta experiencia: